Existen muchos mitos urbanos de qué hacer si tu hijo se cae y se golpea la cabeza. Verás que muchos no son tan ciertos como pensabas.
Dentro de los accidentes más frecuentes en casa, están las caídas y, secundarias a ellas, los traumas en la cabeza. Existen muchas creencias en las personas sobre qué hacer en estos casos con su hijo. Que si puede dormir, que hay que realizar exámenes y demás en la cabeza, etc. Queremos dar claridad y romper paradigmas en este tema, el cual es muy prevalente en ciertas edades de los niños.
Los traumas, en general, causan angustia a los padres, pues los niños se asustan mucho ante el dolor y el llanto se presenta en la gran mayoría de los casos.
Los traumas en la cabeza, específicamente, generan más angustia, pues existen creencias y mitos alrededor de esta situación, como por ejemplo, que no les deben dejar dormir, que no les den alimentos y que se debe ir de inmediato al servicio de urgencias, entre otros.
Los traumas moderados o severos (cuando tu hijo tiene una pérdida de conciencia), son los que realmente ameritan consultar de inmediato a un servicio de urgencias de tercer nivel. Independiente del tiempo que tu hijo pierda el sentido, se debe realizar un examen detallado y una neuroimagen pues el riesgo de que se presente una complicación está presente.
Frente al trauma leve, por ejemplo, caídas de la cama, desde su propia altura, jugando, o demás situaciones que no generen pérdida de conciencia, existen medidas generales que son las que se comparten en el infográfico.
Frente a los traumas leves, lo más importante es continuar una vida normal con el niño y estar atento a los signos de alarma para consultar a urgencias dentro de las siguientes 6 horas. Una aclaración: vida normal es continuar la rutina normal del niño en el día a día, entonces, si por ejemplo dentro de esas 6 horas siguientes el niño realiza una siesta de 1 hora, hay que permitir que la haga. Si se sale de su rutina normal, pasándose del tiempo habitual, se debería consultar a urgencias pues es un cambio no esperado en él, luego de un golpe.
Existe una situación especial, la cual se da cuando el niño no pierde la conciencia pero queda como aturdido (desorientado) y con pérdida de memoria momentánea. En ese caso específico, sería la única excepción en la que sin pérdida de conciencia se debería consultar a un servicio de urgencias de tercer nivel, pues requiere una observación más detallada y vigilancia médica de por lo menos 12 horas y, posiblemente, la realización de una neuroimagen.
Siempre que suceda una situación que requiera consulta o se salga de lo establecido en el infográfico, avisa a tu pediatra lo que sucede mientras trasladas a tu hijo al servicio especializado más cercano.