
Quizás sea la situación que más terror puede causar a los padres con su hijo y una de las principales consultas en los servicios de urgencias pediátricas.
En el buen sentido de la palabra, la fiebre es buena para el cuerpo, y para utilizar un término que me puedan entender ustedes mamás, ayuda a que el cuerpo se defienda frente al ataque de un virus, bacteria u hongo, activando sustancias que los neutralizan.
Por eso es importante aclarar que los analgésicos y antipiréticos, que damos para su control, lo que ayudan es a disminuir los síntomas que esta genera, pero no a parar su acción principal.
Es importante seguir las recomendaciones dadas en el infográfico y tener claros los escenarios, para poder consultar a un servicio de urgencias de manera oportuna.
La fiebre es quizás el síntoma más frecuente en nuestros niños, el cual genera alarma y angustia en los padres pues existen muchos mitos alrededor suyo y que, a continuación, enunciare:
- “Si la fiebre pasa de 39° le da meningitis”. La meningitis es una infección de unas membranas que cubren el cerebro y es considerada una infección bacteriana seria. El cuadro clínico de la meningitis describe que, antes de esta manifestarse, se presenta un cuadro gripal leve con fiebre leve y malestar general. La meningitis da fiebre por ser una infección bacteriana seria, pero la fiebre no da meningitis como tal.
- “La fiebre quema el cerebro”. La hipertermia maligna es una enfermedad que se desencadena ante la exposición de uno o más anestésicos. Se puede presentar más en un quirófano o una unidad de cuidado intensivo, y no guarda relación con el que la temperatura sea muy alta o no.
- “Va a convulsionar”. Las convulsiones febriles sí son una realidad en los pacientes con fiebre, pero es importante aclarar lo siguiente:
- El umbral (la mínima temperatura que requiero para convulsionar) varía desde 38 a 41 grados centígrados.
- No todos los niños convulsionan por fiebre; tiene uno predisposición genética para ello.
- Se presenta entre los 6 meses y los 5 años.
- Se presenta en las primeras 24 horas de iniciado el cuadro febril en un paciente sano, o mientras tenga fiebre el paciente epiléptico con una condición neurológica de base.
- Ninguna es maligna y no deja secuelas a largo plazo.
- Puede ser simple o de corta duración (menor de 15 minutos) o compleja de larga duración (más de 15 minutos).
- Siempre consultar al servicio de urgencias y emergencias pediátricas más cercanas.