
El hecho de que tu hijo la haya padecido no quiere decir que ya es asmático, como muchos creen.
La bronquiolitis es una enfermedad relativamente frecuente en nuestros peques, que en muchas ocasiones genera alarma y angustia en los padres, pues su tratamiento, por lo general, requiere hospitalización.
Esta infección se presenta frecuentemente entre niños de 0 a 24 meses, siendo en el sexto mes el de mayor ocurrencia, especialmente en aquellos que tienen hermanos mayores en guardería.
Se trata de una infección viral y, en general, el virus es bastante contagioso. Por esto cuando los hospitalizan, habitualmente lo hacen en condiciones especiales, con mascarilla y bata para el acompañante, no porque sea grave, sino como medida preventiva para no contagiar a otras personas.
El tratamiento principal es el oxígeno y, en promedio, el tiempo de hospitalización es de 7 días mientras el cuerpo resuelve la infección. Tengan en cuenta que durante la estancia en la clínica, es probable que no se pueda dar alimentación a tu hijo, pues al tener respiración rápida se les dificulta comer y existe el riesgo de bronco aspirarse. No se angustien pues se mantendrá bien con el suero que el médico les ordene, mientras puede retomar su alimentación normal.
Como es una infección viral, no requiere manejo antibiótico, salvo se presente alguna de las 3 complicaciones descritas en estos casos que son: otitis, infección urinaria y, en menor porcentaje, bronconeumonía.
Se debe tener especial cuidado con aquellos niños que tuvieron una condición especial al nacimiento, como prematurez o un recién nacido que haya requerido uso prolongado de oxígeno (más de 28 días) por alguna condición al nacer, niños con problemas cardíacos o neurológicos, y aquellos con bajas en las defensas (inmunodeficiencias conocidas y tratadas por inmunólogos), que puede aumentar en intensidad el cuadro de bronquiolitis y requiera mayor atención y cuidado.
Normalmente, como cualquier infección viral, se resuelve de manera autónoma y en general salen sin restricciones de la clínica, pero en algunos niños puede existir la posibilidad de quedar con una condición especial de que cada vez que le dé una gripa, puede silbar el pecho. En caso de que esto suceda, el pediatra tratante les dará la explicación pertinente frente al tema y realizará el manejo y seguimiento adecuados.
Existen muchos mitos sobre si se presenta bronquiolitis puede desencadenar en asma en algún momento de la vida, lo cual es parcialmente cierto, pues el haber tenido la bronquiolitis aumenta el riesgo.