No es sol radiante, el solo resplandor sirve.
La ictericia o color amarillo en la piel, se presenta en tu bebé a partir del segundo día de vida, sin que sea considerado como enfermedad. En este artículo te aclaramos las causas y lo que debes hacer para que disminuya.
A partir del segundo día de vida de tu bebé notarás que su piel se torna de color amarillo intenso, que puede generarte algo de angustia o sorpresa, sobre todo porque hasta las escleras (la parte blanca de sus ojos) se pigmentan también. Toda esa situación tiene varios orígenes que se simplifican en el enlentecimiento de algunos procesos secundarios a la inmadurez de algunas partes del cuerpo de tu hijo y que tienen como consecuencia la ictericia.
En general no reviste gravedad y con la sola exposición a la luz del día (rayos de sol) disminuirá paulatinamente, siendo las escleras lo último que se despigmenta, casi al mes de vida. Cabe aclarar que existen situaciones especiales en las que el color amarillo se intensifica demasiado y puede requerir intervención por parte de tu pediatra; para que entiendas el porqué, te explico lo siguiente: todos los seres humanos tenemos un tipo de sangre que a su vez tiene dos componentes, un grupo que puede ser O, A, B, AB y un RH que puede ser (+) o (-).
Entendiendo esto, las situaciones que pueden aumentar la ictericia son:
1. Incompatibilidad RH: Esta situación se presenta cuando la madre es RH (-) y el bebé que viene en camino es RH (+), de allí que la sangre de la mamá puede generar defensas contra la sangre del bebé y atacar, generando muerte de los glóbulos rojos y aumentar la ictericia. Cabe resaltar que en un primer embarazo es poca la probabilidad de que esto suceda, pero se debe tener claro esto para un segundo embarazo y hablarlo con tu ginecólogo de confianza.
2. Incompatibilidad de Grupo: Esta situación se presenta cuando la madre tiene grupo O y el bebé que viene en camino tiene un grupo A, B o AB. La sangre de la mamá puede generar defensas contra la sangre del bebé y atacar, generando muerte de los glóbulos rojos y aumentar la ictericia. Para este caso, cabe también resaltar que en el primer embarazo es poco probable que suceda y que para el segundo, debe consultarse con tu ginecólogo de confianza.